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Pubalgia
La pubalgia es una lesión común en deportistas que involucra el dolor en la región de la ingle y la pelvis. Suele ser causado por desequilibrio muscular, movimientos repetitivos o exceso de tracción en la musculatura que se inserta en la zona del pubis, mayoritariamente adductores y abdominales.
Puede variar según la gravedad de la lesión, lo rápido que se busca tratamiento y seguir el plan médico y kinésico. En general puede durar desde unas pocas semanas hasta 2-3 meses.
El tratamiento de la pubalgia es netamente kinesiológico, para disminuir la tensión de la zona dolorosa, mejorar el balance muscular y re integrar al deporte al paciente.
Los síntomas de la pubalgia pueden variar, pero gran parte del tiempo da dolor en la zona de la ingles y pubis, que puede empeorar al hacer un abdominal o al correr o saltar. También puede haber sensibilidad en la zona a la palpación irradiada hacia el abdomen o piernas en algunos casos.
Si no se trata a tiempo, la pubalgia puede pasar a ser una lesión crónica generando dolor de manera constante, por eso la importancia de buscar un tratamiento kinesiológico a tiempo.
El principal tratamiento es kinesiológico, para disminuir la tensión de la zona dolorosa, mejorar el balance muscular y re integrar al deporte al paciente.
La pubalgia puede afectar a varios grupos musculares y estructuras en la región de la ingle y la pelvis. Algunos de los músculos comúnmente afectados incluyen los músculos aductores ubicados en la parte interna del muslo, que ayudan a cerrar las piernas y los músculos abdominales, especialmente los músculos del abdomen bajo, pueden estar implicados debido a su función en la estabilización del tronco y la pelvis durante la actividad física.
El médico traumatólogo especialista en cadera es el que evalúa el tratamiento de una pubalgia y es el kinesiólogo especialista quien trata esta lesión.
El tiempo de reposo necesario para tratar la pubalgia puede variar según la gravedad de la lesión y la respuesta individual al tratamiento kinesiológico. En general, se recomienda un período inicial de reposo relativo, durante el cual se evitan las actividades que gatillan o agravan los síntomas. Este período puede durar desde unos días hasta varias semanas, dependiendo de la severidad de la lesión y lo que indique su kinesiólogo.
Si tienes dolor en la parte derecha de la pelvis, es importante que consultes con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. El dolor en esa área puede ser causado por varias condiciones, que van desde lesione musculoesqueléticas como la pubalgia, inflamación de tendones, hasta problemas articulares como pinzamiento de cadera, hernias inguinales, o hasta de órganos reproductores. Es por lo anterior la importancia de realizar un diagnóstico claro para realizar un tratamiento específico.
La duración de la pubalgia puede variar según la gravedad de la lesión, lo rápido que se busca tratamiento y seguir el plan médico y kinésico. En general puede durar desde unas pocas semanas hasta 2-3 meses.
Para la pubalgia es mejor el calor en la zona entre 10 a 15 minutos, para disminuir la tensión muscular y el dolor. El frío se sugiere en casos extremos de tener mucho dolor y solo por máximo 10 minutos.
El tratamiento es netamente kinesiológico, para disminuir la tensión de la zona dolorosa, mejorar el balance muscular y re integrar al deporte al paciente.
Existen 3 tipos de Pubalgia :
- Pubalgia alta: se diagnostica pubalgia alta cuando la zona afectada son los abdominales.
- Pubalgia baja: hacemos referencia a pubalgia baja cuando la lesión se produce en los aductores, especialmente en el abductor mediano.
- Pubalgia mixta: cuando afecta a ambos grupos musculares tanto abdominales como adductores.
La pubalgia crónica se refiere a cuando esta lesión se mantiene por más de 3 meses de manera recurrente o persistente. Esta lesión puede desarrollarse debido a un mal tratamiento, un retorno prematuro a la actividad física sin un adecuada guía kinésica, o como una complicación de una pubalgia aguda que no se resuelve completamente.
Dolor en ingle
Determinar si tienes un desgarro en el músculo aductor requerirá una evaluación médica adecuada. Sin embargo, aquí hay algunos signos y síntomas comunes que podrían indicar un desgarro en el músculo adductor: Dolor repentino y agudo en la parte interna del muslo durante una actividad física intensa. Sensibilidad al tacto en el área interna de la pierna. Hinchazón o hematoma en la parte interna del muslo. Dificultad para mover la pierna afectada o realizar actividades como caminar o correr. Posible sensación de debilidad en el área afectada. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento kinesiológico adecuado.
El aductor es un grupo de músculos ubicados en la parte interna del muslo. Cuando se lesionan, el dolor generalmente se siente en esa zona a lo largo del interior del muslo o en la zona cercana al pubis.
Los desgarros en la zona de la ingle tardan en sanar dependiendo de su tamaño y el tejido que afecta. Comúnmente esto es de 15 a 30 días.
El dolor en la ingle se puede deber a varios factores, pero la lesión más común es la pubalgia que genera dolor debido a la inflamación de los tendones que se insertan en esa zona. Estos tendones corresponden a la musculatura aductora o abdominal.
Dolor de cadera
Para aliviar el dolor de cadera primero es importante un diagnóstico médico que nos diga que es lo que está generando este dolor. Pero en términos generales te sugerimos : Reposo relativo de toda actividad que te ocasiona más dolor, calor en la zona dolorosa, elongaciones siempre y cuando no aumenten el síntoma.
Los síntomas de la artrosis de cadera pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen:
- Dolor en la cadera, que puede empeorar con la actividad y mejorar con el descanso.
- Rigidez en la cadera, especialmente después de períodos de inactividad como levantarse después de estar sentado por un tiempo.
- Dificultad y dolor para mover la cadera, especialmente en ciertas direcciones.
- Sensación de crujidos o chasquidos al mover la cadera.
- Cojera o dificultad para caminar de manera normal.
Determinar si el dolor de cadera es muscular o articular puede requerir una evaluación médica especializada, pero aquí hay algunos síntomas generales:
- Dolor muscular: El dolor muscular tiende a ser localizado en un área específica y puede empeorar con la actividad, o luego de esta y mejorar con el reposo. Además, es común que el dolor muscular se agrave al mover la pierna o al presionar sobre el área afectada.
- Dolor articular: El dolor articular, como el causado por la artrosis de cadera, generalmente se siente en la ingle, en la zona de adelante del muslo, y puede irradiarse hacia la rodilla. Este tipo de dolor tiende a ser más constante y profundo. Puede empeorar en posiciones mantenidas como estar mucho tiempo sentado y al movernos luego de esto, o en las noches.
Deberías preocuparte por el dolor de cadera si es intenso, persistente, limita tu movilidad o empeora con el tiempo y sobre todo si limita su normal funcionamiento durante tu vida cotidiana. También es importante prestar atención si el dolor aumenta en las noches y te impide no poder dormir de manera normal.
El dolor en la cadera y piernas puede ser causado por diversas lesiones, como la artrosis de cadera, hernias lumbares, pubalgia , pinzamiento de cadera, tendinitis del glúteo, entre otros.
Existen diversas causas como: lesiones, como la artrosis de cadera, pubalgia, pinzamiento de cadera, hernia inguinal, lesiones en la columna vertebral que se irradian hacia las caderas, entre otros.
Si el dolor es intenso, persistente, limita tu movilidad o empeora con el tiempo y sobre todo si limita su normal funcionamiento durante tu vida cotidiana. También es importante prestar atención si el dolor aumenta en las noches y te impide no poder dormir de manera normal.
El desgaste de cadera, más conocido como artrosis de cadera, genera dolor en la parte anterior o lateral de la cadera de manera interna y generalizada
Primero es importante un diagnóstico médico que nos diga que es lo que está generando este dolor. Pero en términos generales te sugerimos : Reposo relativo de toda actividad que te ocasiona más dolor, calor en la zona dolorosa, elongaciones siempre y cuando no aumenten el síntoma.
Algunas medidas que pueden ayudar a aliviar el dolor de cadera al acostarse incluyen : Posicionamiento adecuado, como dormir del lado de la cadera que no duele y colocarse un cojín entre las piernas para quitar tensión en las caderas. Calor en la zona dolorosa. Ejercicios de estiramientos siempre y cuando no generen más dolor.
Es preocupante si el dolor de cadera si es intenso, persistente, limita tu movilidad o empeora con el tiempo y sobre todo si limita su normal funcionamiento durante tu vida cotidiana. También es importante prestar atención si el dolor aumenta en las noches y te impide no poder dormir de manera normal.
Si tu dolor de cadera es producto de sobrecarga muscular, te recomendamos un masaje descontracturante para poder quitar la tensión muscular.
El dolor en la cadera puede ser causado por diversas lesiones, como la artrosis de cadera, pubalgia, pinzamiento de cadera, hernia inguinal, lesiones en la columna vertebral que se irradian hacia las caderas, entre otros.
Tendinitis y Bursitis
La tendinitis de cadera es la inflamación de los tendones que están en la zona de la pelvis y la cadera, la más común es la tendinitis glútea. Este usualmente se inflama por sobre uso, debilidad muscular y/o desbalance muscular.
La bursitis de cadera puede causar dolor en la parte exterior de la cadera, que a menudo empeora con la actividad física o la presión directa sobre la zona afectada, como acostarse sobre esa cadera. El dolor es tipo punzante y suele aumentar en las noches.
Para no empeorar la tendinitis de cadera debes evitar todas las actividades que sepas que te ocasionan más dolor y evitar el reposo TOTAL, ya que este solo genera mayor debilidad muscular.
Si, puedes caminar con tendinitis de cadera, si esta no te genera dolor puedes realizarlo con normalidad, pero si te genera más síntomas recomendamos hacerlo para desplazarte pero no como una actividad física, por ejemplo si puedes caminar de tu casa al metro, pero no salir a caminar por 1 hora para mejorar mi condición física.
La tendinitis de cadera suele causar dolor mayormente en la parte exterior de la cadera y/o en la zona de los glúteos. Este dolor puede empeorar con la actividad física, especialmente al caminar, subir escaleras o estar de pie durante períodos prolongados.
La duración de una tendinitis de cadera puede variar dependiendo de varios factores, como la gravedad de la lesión, lo que te demores en comenzar tratamiento kinésico, la eficacia del tratamiento kinésico y el seguir las indicaciones del kinesiólogo. Con un tratamiento adecuado en una fase aguda esta puede durar de semanas a un par de meses.Sin embargo en casos de tendinitis crónicas de más de 3 meses de dolor, la duración del tratamiento es relativo en cada caso.
Puedes caminar con tendinitis de cadera si esta no te genera dolor puedes realizarlo con normalidad, pero si te genera más síntomas recomendamos hacerlo para desplazarte pero no como una actividad física, por ejemplo si puedes caminar de tu casa al metro, pero no salir a caminar por 1 hora para mejorar mi condición física.
Para no empeorar la tendinitis debes evitar todas las actividades que sepas que te ocasionan más dolor y evitar el reposo TOTAL, ya que este solo genera mayor debilidad muscular.
Para la tendinitis es mejor el uso de calor en la zona, se sugiere evitar el frío sobre todo luego de las 72 horas luego del comienzo del dolor, ya que este produce una disminución del proceso de inflamación que es el proceso de recuperación del cuerpo, que bien guiado con un tratamiento kinesiológico es parte del proceso de recuperación.
Debes evitar todas las actividades que sepas que te ocasionan más dolor y evitar el reposo TOTAL, ya que este solo genera mayor debilidad muscular.
La tendinitis se genera en gran parte por sobrecarga, por debilidad de la musculatura, desbalances musculares o por realizar movimientos repetitivos todo esto sobrepasa la capacidad del tendón de soportar cargas.
Los tendones pueden inflamarse debido a una variedad de razones, incluyendo el sobreuso, lesiones agudas o crónicas, movimientos repetitivos, mala técnica de ejercicio, falta de calentamiento adecuado, cambios repentinos en la intensidad o tipo de actividad física, y condiciones médicas como la tendinitis o la tendinosis.
La inflamación de los tendones, conocida como tendinitis, ocurre cuando los tendones se irritan o se dañan, lo que desencadena una respuesta inflamatoria del cuerpo. Esto puede causar dolor, hinchazón, sensibilidad y limitación del movimiento en la zona afectada.
Es importante tratar adecuadamente la inflamación de los tendones para prevenir complicaciones y promover la curación a través de tratamiento kinesiológico.