Rehabilitación post operado de Meniscos: criterios, cuidados y tratamiento de kinesiología

  1. Tamaño y Localización de la Lesión: Las lesiones meniscales grandes y periféricas son más susceptibles a la reparación mediante sutura, mientras que las lesiones más pequeñas o en la parte central del menisco pueden requerir meniscectomía, debido a las características propias del menisco, ya que en algunas zonas llega sangre y se puede cicatrizar con la sutura, en cambio otras zonas no llega sangre, por lo que ahí la decisión debe ser sacar la parte rota. 
  2. Edad y Nivel de Actividad del Paciente: En pacientes jóvenes y activos, se prefiere la sutura meniscal para cuidar la función a largo plazo de la rodilla y reducir el riesgo de degeneración articular. En pacientes mayores o menos activos, la meniscectomía puede ser una opción más viable.
  3. Estado General de la rodilla: La salud general de la rodilla, incluida la presencia de otras lesiones o enfermedades articulares, puede influir en la elección del procedimiento.
  1. Inmovilización y Elevación.
  2. Control del Dolor y la Inflamación: Se pueden recetar medicamentos para controlar el dolor y reducir la inflamación.
  3. Rehabilitación Temprana: Es fundamental iniciar la kinesiología lo antes posible para restaurar la movilidad y fuerza de la rodilla.
  4. Control de la Carga de Peso: Se puede recomendar el uso de muletas y limitar la carga de peso sobre la pierna afectada durante las primeras semanas.
  5. Control Médico Regular: Los controles médicos periódicos son esenciales para evaluar el progreso de la recuperación y ajustar el plan de rehabilitación según sea necesario.
  6. Uso de un aparato ortopédico, como una rodillera en la sutura,  para inmovilizar la rodilla y proteger la cicatrización del menisco. 
  1. Evaluación y Planificación Individualizada: Un kinesiólogo especializado realiza una evaluación detallada de la condición del paciente y desarrolla un plan de tratamiento personalizado.
  2. Ejercicios de Movilidad y Fortalecimiento: Se prescriben ejercicios específicos diseñados para mejorar la movilidad, estabilidad y fuerza de la rodilla y los músculos circundantes.
  3. Re educación de la marcha. 
  4. Manejo de la cicatriz: evitar que esta se adhiera y permita el movimiento libre sin dolor ni tensión es primordial. 
  5. Control de la progresión: El tratamiento se ajusta gradualmente a medida que el paciente avanza en su recuperación, con el objetivo de restaurar la función completa de la rodilla y prevenir futuras lesiones.

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