Encuentra la respuesta a tus dudas:
¡Hola!
¿En que podemos ayudarte?

Fascitis plantar
Los masajes pueden ser útiles para aliviar el dolor y la tensión en la fascia plantar. Estos masajes deben ser realizados por un masajista especialista que trabaje con paciente lesionados, ya que es un masaje más profundo de lo normal cuya función es quitar tensión en la zona, por lo que se debe pedir un masaje descontracturante.
Esta patología genera dolor en la planta del pie, los puntos más comunes son en el talón y en la zona del arco interno del pie.
Si sufres de fascitis plantar y el caminar te genera dolor en la zona, te sugerimos caminar solo en los trayectos necesarios de la vida diaria, pero no como una actividad deportiva.
La fascitis plantar no se cura sola, es importante encontrar la causante de esta para poder tratarla. Está muchas veces se genera por debilidad de la musculatura del tobillo y pie la cual se presenta con dolor frente a cambios en nuestras rutinas, cómo comenzar en un nuevo deporte, aumentar cargas en el entrenamiento entre otros. Otra razón es el uso de zapatos inadecuados a nuestros pies como tacos, o zapatilla para pronador cuando somos supinador, etc.
La fascitis plantar se cura con tratamiento kinesiológico, acá los especialistas trabajarán la disminución del dolor y tensión de la fascia a través de masajes en la zona, movilización del pie, ejercicios de fortalecimiento del tobillo y de la musculatura propia del pie para que soporte más carga y así no se inflame, evaluar tipo de pisada y uso de calzado, entre otros.
La fascitis plantar suele ser causada por la tensión repetitiva en la fascia plantar, un tejido grueso que conecta el talón con los dedos del pie. Esta tensión repetitiva puede ser el resultado de actividades como correr, estar de pie por largos períodos, debilidad en la musculatura que sostiene el pie y el arco, usar calzado inadecuado o tener problemas biomecánicos como pies planos o arcos altos.
La fascitis plantar suele ser causada por la tensión repetitiva en la fascia plantar, un tejido grueso que conecta el talón con los dedos del pie. Esta tensión repetitiva puede ser el resultado de actividades como correr, estar de pie por largos períodos, debilidad en la musculatura que sostiene el pie y el arco, usar calzado inadecuado o tener problemas biomecánicos como pies planos o arcos altos.
La fascitis puede empeorar debido a actividades que ejercen tensión repetida en la fascia plantar, como correr, estar de pie durante largos períodos o usar calzado inadecuado. También pueden contribuir el sobrepeso, la falta de fuerza o de flexibilidad en los músculos de la pantorrilla y el pie.
La duración de la fascitis plantar puede variar según la gravedad y el tratamiento. En algunos casos, puede mejorar en unas pocas semanas con un tratamiento kinesiológico especializado, mientras que en otros puede persistir durante meses o incluso años si no se realiza tratamiento ni se maneja adecuadamente. Es importante buscar atención médica para un diagnóstico preciso y un tratamiento kinesiológico para un plan de tratamiento adecuado.
Un espolón calcáneo y la fascitis plantar son dos lesiones relacionadas pero diferentes que afectan el pie.
- El espolón calcáneo: Es una protuberancia ósea que se forma en el hueso del talón (calcáneo) debido a la tensión repetida en la fascia plantar. No todos los casos de fascitis plantar desarrollan un espolón calcáneo, y tener un espolón no siempre causa dolor.En cambio la Fascitis plantar: Es la inflamación o irritación de la fascia plantar, el tejido conectivo que va desde el talón hasta la parte delantera del pie.
- La fascitis plantar generalmente causa dolor en el talón o en la parte inferior del pie, especialmente al caminar o estar de pie durante largos períodos. Puede o no estar asociada con un espolón calcáneo.
En resumen, mientras que la fascitis plantar se refiere a la inflamación de la fascia plantar, un espolón calcáneo es una protuberancia ósea en el talón que puede o no estar relacionada con la fascitis plantar.
Si clasificamos la fascitis plantar desde el punto de vista del dolor podemos dividirla en dos grupos:
- Insercional donde el dolor se localiza en el talón y
- No insercional donde el dolor se localiza en la planta del pie generalizada y se extiende hasta los dedos.
Lo mejor para la fascitis plantar es el calor, ya que disminuye la tensión muscular y el dolor. El frío solo empeora la rigidez que ya existe.
El kinesiólogo es el especialista que realiza el tratamiento en una fascitis plantar para disminuir su dolor y recuperar la funcionalidad del pie.
La fascitis plantar genera dolor en la planta del pie, los puntos más comunes son en el talón y en la zona del arco interno del pie.
Espolón Calcáneo
El dolor del espolón calcáneo se localiza en la zona inferior del talón y se agudiza al mantener posiciones como estar parado o al levantarnos luego de estar mucho tiempo sentado.
Los espolones calcáneos se forman debido a la tensión repetida en la fascia plantar lo que desencadena la formación de un espolón óseo en el talón como parte del proceso de curación del cuerpo.Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un espolón calcáneo incluyen:
- Actividades que ejercen presión repetida en el talón y la fascia plantar, como correr, caminar largas distancias o estar de pie durante largos períodos.
- Uso de calzado inadecuado que no proporciona un buen soporte para el arco del pie.
- Sobrepeso u obesidad, que aumenta la presión sobre los pies.
- Tener pies planos o arcos altos.
La duración de un espolón calcáneo puede variar según diversos factores, como la gravedad de la condición, el tratamiento kinesiológico y los cuidados realizados. En algunos casos, un espolón calcáneo puede persistir durante meses o incluso años si no se maneja adecuadamente. Por eso es importante realizar un tratamiento kinesiológico especializado lo antes posible para disminuir el dolor y el daño que este provoca.
Dolor de pie
El dolor en la parte superior del pie puede ser causado por diferentes lesiones, la más común se debe al uso excesivo en actividades deportivas como correr, saltar o patear. Dentro de las lesiones más comunes encontramos la metatarsalgia, la fractura por estrés de los huesos del pie y la tendinopatía de los extensores de los dedos.
La metatarsalgia es una lesión que produce dolor e inflamación en la bola del pie (metatarso) o la parte superior más pronunciada del pie. Algunas posibles causas del dolor en el metatarso son: sobrecarga por actividades deportivas que impliquen saltar o correr, fracturas por estrés , bursitis, sinovitis.
Primero es importante acudir a un especialista para encontrar el motivo del dolor. En términos generales puedes aplicar hielo para reducir el dolor, mantener elevado el pie que presenta el dolor lo más que se pueda. Reducir la actividad hasta que se sienta mejor. Usar zapatos que ajusten bien al pie y que sean apropiados para la actividad que está realizando.
El dolor en el empeine del pie puede tener varias causas como tendinitis de los extensores de los dedos, esguince de la articulación de Chopart o Lisfranc, Metatarsalgia, Neuroma de Morton, Sinovitis articular entre otros.
El dolor de piernas cansadas, también conocido como fatiga muscular o síndrome de piernas cansadas, es común y puede tener varias causas. Algunas de las razones incluyen: Exceso de actividad física, permanecer de pie por largos períodos, Problemas circulatorios, como insuficiencia venosa o venas varicosas, pueden causar sensación de pesadez y dolor en las piernas, Debilidad muscular o sedentarismo entre otros.
El dolor en la planta del pie en los primeros pasos de la mañana puede ser característico de varias lesiones como la fascitis plantar, el espolón calcáneo, la sinovitis, metatarsalgia o la tendinopatía aquiliana. Todas las lesiones anteriores deben ser tratadas con kinesiología.
El dolor en la parte superior del pie puede ser causado por diferentes lesiones, dentro de ellas, la más común se debe al uso excesivo en actividades deportivas como correr, saltar o patear.
Dentro de las lesiones más comunes encontramos la metatarsalgia, la fractura por estrés de los huesos del pie y la tendinopatía de los extensores de los dedos.
Lesiones de metatarsos
El tratamiento de la bursitis en el metatarso generalmente incluye una combinación de tratamiento kinesiológico más algunas medidas para reducir la inflamación y aliviar el dolor como el reposo relativo de las actividades que ocasionan dolor, uso de calzado con mayor amortiguación y no apretado en la parte de adelante, calor en la planta del pie.
El metatarso caído, también conocido como pie plano metatarsal o metatarso aducto, es una condición en la que los huesos metatarsianos se desplazan hacia adentro, lo que resulta en un arco longitudinal transversalmente plano en el pie. Esto puede causar una distribución anormal del peso en el pie y provocar dolor, fatiga y otros problemas relacionados.
El metatarso varo es una condición en la que los huesos metatarsianos se desvían hacia afuera en relación con el eje longitudinal del pie. Esto puede resultar en una distribución anormal del peso en el pie y causar problemas como dolor, fatiga y deformidades adicionales en el pie.
El tiempo necesario para que un metatarso sane depende de varios factores, incluida la gravedad de la lesión, el tipo de tratamiento recibido y la salud general de la persona. En general, los huesos del pie, incluidos los metatarsianos, tienden a sanar en aproximadamente 6 a 8 semanas en condiciones normales.
La cirugía en el metatarso es una opción de tratamiento que se considera en casos específicos y graves, como fracturas complejas, deformidades graves o lesiones que no sanan adecuadamente con tratamiento conservador.
Estas fracturas tienen un tiempo de recuperación de 6 semanas, y es necesario usar una bota para caminar durante este periodo.
Lesiones de pie
Dormir con una fractura de pie puede ser incómodo, pero puedes ayudarte utilizando cojines debajo del talón para elevar ligeramente el pie y así reducir la hinchazón del pie y mejorar la circulación (todo esto con la bota que esté utilizando)
Un esguince de Lisfranc es una lesión en la articulación que se encuentra en la parte media del pie, donde los huesos metatarsianos se unen con los huesos tarsianos. Esta articulación es importante para la estabilidad del arco del pie y para caminar.Los síntomas comunes de un esguince de Lisfranc incluyen dolor en el mediopié y la parte superior del pie, hinchazón, dificultad para caminar o apoyar peso en el pie afectado, y sensibilidad al tacto en el área lesionada.
Si te doblas el pie y te duele, debes consultar con un especialista lo antes posible mientras lo hagas te sugerimos: usar hielo en la zona dolorosa (max. 10 minutos), elevar el pie para disminuir aumento de volumen(en caso que lo hubiese), reposo relativo de las actividades que te ocasionan dolor.
El tratamiento de una lesión de Lisfranc es kinesiología. Son los kinesiólogos quienes te ayudarán a disminuir dolor, mejorar la estabilidad de la articulación, estimular la reparación del ligamento y volver a tu vida cotidiana o deportiva con normalidad.
Una lesión de Lisfranc con tratamiento kinesiológico puede tardar en recuperarse de 6 a 8 semanas.
Detectar una lesión en el tendón de Aquiles puede requerir atención a ciertos síntomas y signos característicos. Aquí hay algunos indicadores comunes de una posible lesión en el tendón de Aquiles:
- El dolor en la parte posterior del tobillo, cerca del talón, es uno de los síntomas más comunes. Puede ser leve al principio pero empeora con el tiempo o con la actividad física.
- Rigidez y sensibilidad
- Dolor al caminar o levantar el talón:
- Aumento de volumen del tendón
- Debilidad muscular: Puede haber debilidad en los músculos de la pantorrilla.
La recuperación de una lesión en el tendón de Aquiles puede variar significativamente según la gravedad de la lesión y el tratamiento recibido.
- Lesiones leves a moderadas: En casos de tendinitis leve o pequeñas rupturas parciales del tendón, la recuperación puede tardar de 2 a 3 meses con tratamiento kinesiológico.
- Lesiones graves o rupturas completas: En casos de rupturas completas del tendón de Aquiles, la recuperación puede llevar de 6 meses a 1 año o más. Esto puede requerir cirugía para reparar el tendón seguido de un período de inmovilización con bota ortopédica y un extenso tratamiento de kinesiología.