¿Qué es?
El manguito rotador se compone de un conjunto de músculos y sus respectivos tendones, ubicados en el hombro, que conectan la escápula con el húmero. Su principal función es darle estabilidad y movilidad a la articulación del hombro.
El hombro es una de las estructuras más móviles de todo el cuerpo, lo que hace que el hombro sea una estructura muy vulnerable de presentar diferentes tipos de lesiones.
La rotura del manguito rotador corresponde a la lesión, en donde el tendón de uno o más de los músculos que lo conforman(más común Supraespinoso) pierde su continuidad, rompiéndose. Estas roturas pueden ser tanto totales (Pérdida completa en la conexión del tendón con el hueso del húmero) o parciales (rotura del tendón, pero sin la pérdida total de la conexión del tendón con el hueso del húmero).
En ambos tipos de rotura, no es posible “unir” los extremos de la rotura de manera conservadora (sin cirugía), aunque, dependiendo del caso, es posible volver a un funcionamiento normal y sin dolor sin necesidad de una cirugía.
¿Por qué se produce?
Existen diversas causas por la cual pueden producirse, las principales son:
- Pinzamiento subacromial
- Caída/Golpe/Impacto: Caída sobre el brazo (Por lo general extendido), en donde se produce una tensión brusca sobre el tendón o incluso una luxación de hombro, conllevando a una posible rotura de los tendones. Deportes sobre el nivel del hombro: Los atletas que realizan movimientos repetitivos con los brazos sobre el nivel del hombro regularmente, suelen correr un mayor riesgo, por el estrés mecánico al que se enfrentan los tendones en esa posición.
- Mala postura/Posiciones mantenidas: Las posiciones mantenidas producidas por actividades como trabajar muchas horas frente al computador, observar constantemente el celular bajo el nivel de nuestros hombros, manejar por largas otras, entre otras cosas, aumenta la tensión sobre nuestra musculatura de hombro y cuello, elevando y anteriorizando nuestros hombros, cerrando el diámetro del espacio subacromial y provocando desbalances musculares, aumentando el riesgo de lesión.
- Envejecimiento: Con el paso del tiempo nuestros tendones se van volviendo más frágiles y vulnerables, por lo que a mayor edad, aumentan las posibilidades de sufrir de alguna rotura o tendinopatía.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Puede comenzar con dolor de origen insidioso, como también posterior a un fuerte impacto o un movimiento mal hecho.
- El dolor suele localizarse en la parte superior y lateral del hombro, aunque también puede tener irradiación hacia la zona anterior del brazo y el cuello. Comúnmente se siente un “pinchazo” en la zona.
- El dolor se acentúa ante los movimientos de elevación del brazo, así como también en las rotaciones del mismo (dependiendo de qué músculos están afectados)
- El dolor suele acentuarse por las noches, sobre todo al dormir sobre el lado afectado
- Sensación de inestabilidad en la articulación del hombro.
¿Cuál es el tratamiento?
En muchos casos el tratamiento de elección antes que cualquier cirugía es el tratamiento kinésico. Si bien se mencionó que el tendón no volvía a repararse, el tratamiento kinésico es suficiente para la disminución de la sensación dolorosa, así como también, para mejorar la estabilidad y funcionalidad pérdida del hombro.
Esto se logra a través de
- Crioterapia 🡪 Disminuir los síntomas dolorosos, ayudar a combatir la inflamación.
- Termoterapia 🡪 Ayuda a quitar tensión a los músculos comprometidos.
- Masoterapia o manejo de tejidos blandos 🡪 Movilizar la articulación, quitar tensión a la musculatura y así al tendón o drenar el exceso de edema si es necesario.
- Ejercicios de activación y fortalecimiento muscular 🡪 Por medio de bandas elásticas, pesas, balones y movimientos de ejecución específica, con el objetivo de dar fuerza y estabilidad a la articulación de hombro.
En el caso de requerir cirugía, lo que se hace es reinsertar el tendón que iba adherido al hueso, ya sea a través de un implante (ancla), que puede ser un tornillo metálico o uno que se reabsorbe, que se reinserta en la superficie ósea.
POST OPERATORIO:
Luego de la cirugía, se trabaja en incrementar de manera gradual el rango del movimiento, disminuir la inflamación, el dolor y evitar la inhibición muscular, lo cual se logra a través de la rehabilitación kinésica, la cual se debe comenzar en la primera semana post operación.