El ligamento cruzado posterior (LCP) se encuentra dentro de la articulación de la rodilla y une los huesos superiores e inferiores de la pierna y es esencial para la estabilización de la rodilla.
¿Qué es?
La rotura del LCP ocurre cuando el ligamento se estira más allá de su capacidad elástica estabilizadora y se rompe.
¿Por qué se produce?
Se puede producir por un golpe directo en la rodilla, por un movimiento brusco que desestabilice la articulación o por un traumatismo producido durante la práctica de algún deporte de impacto
¿Cuáles son sus síntomas?
- Dolor
- Inestabilidad
- Debilidad
- Inflamación
¿Cuál es el tratamiento?
En pacientes mayores con baja o nula actividad física se elige un tratamiento conservador en el que se podría indicar el uso de una férula para estabilizar la rodilla y evitar subluxaciones posteriores
En pacientes jóvenes o deportistas el tratamiento es quirúrgico, en el cual se reconstruye el LCP utilizando un injerto. El tiempo de recuperación de este tratamiento puede alcanzar hasta los 9 meses post cirugía, durante este período es fundamental la rehabilitación con kinesiología ya que es importante la movilidad de la articulación y su estabilización mediante ejercicios