¿Qué es?
La pubalgia es la presencia de dolor en la región de la pelvis (pubis), producto de la tracción muscular excesiva, la cual genera un proceso inflamatorio en esta zona. Se asocia con los movimientos de la cadera de cierre y la tracción excesiva de los abdominales en el pubis.
Ocurre principalmente en personas que practican deporte donde se realiza un movimiento repetitivo, giros bruscos, cambios repentinos de dirección, ritmo y velocidad y cambios de superficies.
- Pubalgia alta: aquí el responsable es el recto del abdomen (que se inserta justo sobre el pubis), ya que si este se acorta, tensa demasiado o debilita, genera más tensión de lo normal sobre su tendón (tendinitis), generando molestias en la zona del pubis.
- Pubalgia baja: es cuando se produce una tendinitis en los aductores, los cuales se ubican a un costado del pubis, siendo el aductor medio el afectado con mayor frecuencia.
- Pubalgia mixta: donde los responsables son ambos grupos musculares, en mayor o menor porcentaje cada uno pero ambos se ven afectados.
¿Por qué se produce?
Principalmente se produce por: sobrecarga, acortamiento o debilidad muscular, sobreesfuerzos físicos al realizar movimientos repetitivos o continuos. También se puede dar por mal estado físico o por no haber realizado un correcto calentamiento previo al ejercicio.
¿Cuáles son sus síntomas?
La primera manifestación de esta patología, es el dolor característico en la zona inguinal durante la práctica deportiva sobre todo en movimientos explosivos como: desaceleración, cambios de dirección, giros, saltos, etc. Alojándose el dolor en la zona del pubis y/o en la zona de los aductores, la cual puede irradiarse a la zona inguinal profunda, testículo, zona glútea y lumbar.
Los síntomas pueden variar mucho dependiendo de cada caso, y suelen incrementar con el paso de los días.
¿Cuál es el tratamiento?
Para rehabilitarse de esta lesión, es fundamental realizar un tratamiento kinésico. Este se enfoca en aliviar la dolorosa sintomatología, a través de técnicas manuales como masajes descontracturantes, que disminuirán la tensión de la zona.
De forma paralela se debe trabajar la musculatura, partiendo por ejercicios simples que nos permitan generar una base de activación, fortalecimiento y control muscular no solo de la musculatura afectada, sino que también de los otros músculos que trabajan en compañía de los afectados y/o estabilizadores que nos ayuden a tener un mejor control de esta zona.