¿Qué es?
Es la pérdida de congruencia o relación articular entre el fémur y la rótula, donde esta se desencaja de su lugar. La rótula está encargada de transmitir la fuerza del músculo cuádriceps a la pierna, actuando como polea permitiendo una mayor eficiencia en la biomecánica del aparato extensor de la rodilla.
¿Por qué se produce?
Puede ser producto de un traumatismo o de manera espontánea, en personas con alteraciones congénitas, asociada también algunas veces a la hiperlaxitud. Es más frecuente en mujeres que en hombres.
¿Cuáles son sus síntomas?
Dentro de los síntomas se encuentra la sensación de que se sale la rodilla, acompañado de un dolor intenso e imposibilidad de continuar con sus actividades. Algunas veces la rótula vuelve inmediatamente a su sitio al extender la rodilla y otras veces se mantiene en la cara externa de esta.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo que tan habitual es la lesión, la condición en que está la rodilla y las características del paciente. El primer episodio en general se trata con atención médica y kinésica, la que busca manejar la sintomatología, fortalecer la musculatura para dar estabilidad a la rótula y recuperar la función y movimiento de la rodilla con el fin de reintegrar a sus actividades de manera óptima.