La articulación de tobillo se forma en la región distal de la tibia y el peroné con el hueso astrágalo, por lo que anatómicamente se le denomina articulación tibioperoneoastragalina.
En el tobillo encontramos dos grandes grupos ligamentosos:
- Ligamentos laterales externos:
- Ligamento peroneo astragalino anterior (LPAA)
- Ligamento peroneo calcáneo (LPC)
- Ligamento peroneo astragalino posterior (LPAP)
- Ligamentos mediales: se denomina ligamento deltoideo y está formado por varios fascículos que en forma de abanico conectan el maléolo tibial con la región medial del astrágalo, el escafoides y el calcáneo
¿Qué es?
El esguince de tobillo es una distensión o alargamiento excesivo con o sin rotura de los ligamentos que se relacionan con la articulación del tobillo
¿Por qué se produce?
Normalmente se genera con un movimiento de inversión y rotación brusca del pie, donde se lleva la parte de la planta del pie hacia dentro, generando tensión en los ligamentos laterales del tobillo provocando la lesión.
El ligamento peroneoastragalino anterior (LPAA) es el más débil, por lo que es el primero que se lesiona, seguido del ligamento peroneo calcáneo (LPC)
¿Cuáles son los síntomas?
Dependiendo de la gravedad del esguince los síntomas pueden ser variados. Los más frecuentes son:
- Dolor en la articulación, el más común es en la cara externa del pie
- Inflamación
- Hematoma (moretón) este aparece en esguinces grado II y III
- Limitación del movimiento
- Inestabilidad del pie y la pierna
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento del esguince de tobillo siempre dependerá del grado que este sea. En los esguinces grado I o II se utilizan métodos de vendajes funcionales los cuales permitirán conservar la movilidad de la articulación en flexión y extensión impidiendo la rigidez de la articulación, acompañado de tratamiento kinésico.
El tratamiento del esguince grado III, en algunos casos se inmoviliza por unas semanas y luego se comienza con la rehabilitación kinésica para mejorar la funcionalidad del tobillo. En algunos casos se opta por una resolución quirúrgica.
La función de la kinesiología es disminuir el dolor, recuperar el movimiento correcto del pie, favorecer la cicatrización y regeneración del tejido lesionado y la reeducación de la propiocepción de la articulación, esto quiere decir que el tobillo y las estructuras que forman parte de él, recuperen su capacidad de adaptación a la vida normal y deportiva.