La artrosis o osteoartritis es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, esta se caracteriza por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas.
La función del cartílago hialino es la de amortiguar y evitar el roce entre los extremos de los huesos que componen una articulación. Cuando se desarrolla la artrosis, este cartílago pierde sus propiedades, pudiendo incluso llegar a desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos rocen directamente, produciendo dolor.
¿Qué es la artrosis de tobillo?
La artrosis de tobillo es el desgaste progresivo de las superficies articulares y del cartílago que conforman el tobillo, la cara articular de la tibia, la del astrágalo y la del peroné ( articulación tibioperoneoastragalina) .
Normalmente es consecuencia de lesiones previas, como fracturas, que producen el desgaste y la pérdida del cartílago articular, se forman osteofitos en los extremos óseos (deformaciones del hueso) y la artrosis progresa. También, aunque muy poco frecuente existe la aparición de la artrosis sin causa aparente o idiopática.
¿Cuáles son sus síntomas?
- El paciente portador de artrosis de tobillo principalmente consulta por dolor o rigidez de la articulación
- Dolor al pararse o al caminar, que puede ir cediendo.
- Rigidez/limitación funcional de la articulación de tobillo, que puede restringir la realización de actividades diarias
- Dolor al caminar largas distancias
- Hinchazón de la zona afectada.
- Crepitación o ruidos articulares con el movimiento
¿Cuál es su tratamiento?
La terapia principal para la artrosis de tobillo es el uso de fármacos en caso de mucho dolor complementario a la terapia kinésica.
La Kinesiología es fundamental para disminuir el dolor, la rigidez articular y mejorar la función en la articulación del tobillo. La idea de esta terapia es mejorar la fuerza muscular y disminuir la comprensión en la articulación, para así poder volver a realizar actividades como caminar, estar de pie sin dolor o volver a la actividad deportiva.
En algunos casos es recomendable realizar infiltraciones de ácido hialurónico intraarticular que nos ayudará a conseguir una mejor lubricación de la articulación, en este caso puede notarse la disminución de dolor durante 6-8 meses.
Existe una terapia con infiltración con factores de crecimiento derivados de plaquetas que puede ofrecer una mejora parcial y temporal de los síntomas, pueden regenerar el cartílago y frenar el desgaste articular, aunque al igual que la infiltración con ácido hialurónico no está demostrado que se pueda revertir la artrosis, pero sí enlentecer la progresión de la patología.
Cuando todo lo descrito anteriormente no es suficiente es cuando sería conveniente evaluar si es necesario una cirugía.