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ARTROSIS DE RODILLA

ARTROSIS DE RODILLA

La artrosis o osteoartritis  es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, esta se caracteriza por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas.

La función del cartílago hialino es la de amortiguar y evitar el roce entre los extremos de los huesos que componen una articulación. Cuando se desarrolla la artrosis, este  cartílago pierde sus propiedades, pudiendo  incluso llegar a desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos rocen directamente, produciendo dolor.

 

¿Qué es la artrosis de la rodilla?

 

La rodilla es una articulación que involucra tres huesos: el Fémur, la Tibia y la Patela o Rótula, lo que la divide en tres compartimentos: Femorotibial Medial, Lateral y Patelofemoral. En la artrosis de rodilla se pueden involucrar uno, dos o los tres compartimentos. Esta articulación es una de las más afectadas, debido a que  forma parte del sistema mecánico de carga del peso corporal y, por esta razón, está más expuesta al desgaste del cartílago

Se le llama artrosis de rodilla al desgaste total del cartílago articular lo que genera roce de hueso con hueso generando dolor. 

 

¿Cuáles son sus síntomas?

 

  • El paciente portador de artrosis de rodilla  principalmente consulta por dolor o rigidez de la articulación 
  • Dolor al pararse o al caminar, que puede ir cediendo. Cuando se vuelve al estado de reposo, el dolor reaparece
  • Rigidez/limitación funcional de la articulación de rodilla, que puede restringir la realización de actividades diarias
  • Dolor al subir y bajar las escaleras.
  • Hinchazón de la zona afectada, aunque no siempre es visible fácilmente
  • Deformidad de la rodilla
  • Crepitación o ruidos articulares con el movimiento
  • Presencia de líquido en los contornos de la articulación. 

 

¿Cuál es su tratamiento?

La terapia principal para la artrosis de rodilla es el uso de fármacos en caso de mucho dolor  complementario a la terapia kinésica.

La Kinesiología  es fundamental para disminuir el dolor, la rigidez articular y mejorar la función en la articulación de la rodilla. La idea de esta terapia es mejorar la fuerza muscular y disminuir la comprensión en la articulación, para así poder volver a realizar actividades como caminar o subir y bajar escaleras sin dolor. 

En el caso de que la enfermedad se encuentre muy avanzada y que la terapia kinésica no funcione, se puede optar por la cirugía protésica, en este caso, una prótesis de rodilla, sea parcial o total.

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