La articulación de la cadera está formada por la unión entre los huesos de la pelvis y el fémur. En la porción del fémur que se junta con la pelvis, el fémur tiene la forma de una esfera que se denomina cabeza del fémur. Esta esfera del fémur encaja dentro de un hueco que existe en la pelvis, de tal forma que se forma un engranaje perfecto que permite el movimiento del fémur en muchas direcciones.
Tanto la cabeza del fémur, como el hueco de la pelvis en el que se articula, están recubiertos de cartílago, que es el tejido que facilita los movimientos entre los huesos y evita que rocen directamente hueso con hueso.
¿Que es la Artrosis de Cadera?
La artrosis o osteoartritis de cadera es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas.
La función del cartílago hialino es la de amortiguar y evitar el roce entre los extremos de los huesos que componen la articulación. Cuando se desarrolla la artrosis, este cartílago pierde sus propiedades, pudiendo incluso llegar a desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos de la cadera rocen directamente, produciendo dolor.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síntoma fundamental que produce la artrosis de cadera es el dolor, este se localiza fundamentalmente en la región de la ingle.
A veces, la localización de este dolor se puede extender y el paciente también puede sentir molestias en la zona externa de la cadera y en el glúteo o por la cara anterior del muslo, que incluso llega hasta la rodilla.
El dolor suele empeorar con las actividades que implican soportar el peso corporal (como permanecer de pie) y, en general, empeora a medida que avanza el día, lo que gatilla la cojera.
Con el progreso de la enfermedad, el dolor puede aparecer con el reposo o el descanso nocturno.
Otro de los síntomas más comunes es la pérdida de la movilidad de la articulación de cadera, lo que gatilla imposibilidad para cruzar las piernas, abrocharse los zapatos o hasta colocarse un calcetín.
¿Cuál es su tratamiento?
La terapia principal para la artrosis de cadera es el uso de fármacos para disminuir el dolor y la terapia kinésica.
La Kinesiología es fundamental para disminuir el dolor, la rigidez articular y mejorar la función en la articulación de cadera. La idea de esta terapia es mejorar la fuerza muscular y disminuir la comprensión en la articulación. Luego de esto se enseñaran técnicas para reeducar la marcha y evitar la cojera.
Por último, y como recurso final, la artrosis de cadera se puede operar. La intervención quirúrgica está indicada en aquellos pacientes que padecen una artrosis muy avanzada, en los que existe una limitación muy importante para caminar o para realizar sus actividades cotidianas.
La intervención consiste en sustituir la articulación dañada por una prótesis de cadera. Luego de un tratamiento de kinesiología después de la intervención, los pacientes se recuperan y notan la desaparición de los síntomas, pudiendo caminar y realizar una vida prácticamente normal.